Los gobiernos tienen la misión de prestar servicios justos y eficaces a los ciudadanos. Desgraciadamente, ofrecer transparencia y responsabilidad a menudo se traduce en una reducción de la eficiencia y la eficacia, o viceversa. Los gobiernos suelen verse obligados a optar por mejorar una de ellas a costa de la otra. En raras ocasiones, aparece la tecnología que permite a los gobiernos mejorar la equidad y la eficiencia.

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