Alejar a los trabajadores de las zonas de peligro es un objetivo recurrente en las obras de construcción. En el caso de los túneles, los riesgos son múltiples (atropellos, inhalación de gases, desprendimientos, enfermedades profesionales…) y en ocasiones letales.
La innovación de este proyecto se ha centrado en la robotización de un dúmper convencional para la fase de desescombro durante la construcción de túneles, convirtiendo en un vehículo autónomo (sin operario) capaz de planificar sus trayectorias, desplazarse y localizarse de forma autónoma y asegurando la seguridad total ante posibles atropellos.