España mantenía al cierre del pasado 2020 un stock de vivienda nueva sin vender de 456.918 unidades, según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Esta cifra ha ido cayendo en la última década y es un 30% inferior a la registrada en 2008, con casi 650.000 viviendas, el máximo de stock acumulado justo tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.