No es que el sector de la construcción pueda compararse con un gigante que camina con pies de barro, pero sí conviene alertar sobre algunas amenazas que podrían romper uno de los principales motores para la recuperación económica de España. Y todo como consecuencia de las últimas medidas remitidas por el Gobierno a los agentes sociales de cara a la reforma laboral, entre las que tan desacertadamente se encuentra la eliminación del contrato fijo de obra.

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