El uso de la tecnología está presente en las distintas fases de una infraestructura: diseño, materiales, procesos y construcción. Según las necesidades de cada una de estas fases se van utilizando las técnicas más avanzadas existentes e innovando para lograr obras que se adapten a las nuevas necesidades. Tal y como ha señalado Naciones Unidas, el objetivo de los países debe ser conseguir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.