España conserva a siete constructoras entre las 100 primeras del mundo, pero baja escalones por el impulso asiático en ventas y en márgenes.
De las 20 primeras compañías por cifra de negocio en 2018, 11 son asiáticas (seis chinas) y solo cinco europeas (tres francesas, una española y una austriaca). «El dominio asiático en el sector se ha convertido en una dinámica y se mantendrá a medio plazo gracias a la fortaleza de sus mercados domésticos», asegura Parada. Según las estimaciones de los principales organismos multilaterales, el sector constructor en Asia crecerá a ritmos por encima del 5% en los próximos 10 años, lo que garantiza estabilidad de ingresos a las compañías de la región, cuya producción procede en su mayoría del mercado interno.