Las redes de calefacción urbana pueden ahorrar energía gracias a las innovaciones desarrolladas por H-DisNet, un proyecto europeo del programa Horizonte 2020 que ha demostrado nuevas redes de fluidos termoquímicos que reducen las pérdidas térmicas mientras transportan y almacenan calor. Esta tecnología puede reducir el consumo de energía entre un 30 y un 50%.