Uno de los desafíos tecnológicos a los que se enfrentan las empresas es el crecimiento de los datos: cada dos años se duplica la cantidad de datos gestionados. Terabytes, petabytes y hexabytes son ya términos de uso común, en todos los sectores, cuando hablamos de capacidad de almacenaje. A este hecho se añaden otros dos, alrededor del 80% de esos datos es información no estructurada (textos, videos, etc.) y, al menos, el 50% de los datos gestionados por la empresa (de su know-how) se almacena y gestiona fuera de sus centros de datos, sin protección y creando brechas de seguridad.