El objetivo es establecer un centro de operaciones que sea multifuncional y ultracompacto, pero también rápidamente desplegable para vehículos tripulados y no tripulados.
El complejo ocupará unos 9,6 kilómetros, un 60% menos que los helipuertos convencionales y estará dedicado a drones, eVTOL o vehículos de despegue vertical y a los futuros taxis voladores.